lunes, 7 de julio de 2008

Empecemos un huerto hoy

Los huertos comunitarios como estrategia para revitalizar las ciudades
por Agro. Jessica Medina Muñiz
Especial para Agrotemas de Puerto Rico

La transformación de un Puerto Rico agrario a uno industrial y manufacturero provocó un enfoque en la planificación de nuestro país con énfasis en el desarrollo urbano. Lamentablemente este enfoque ha resultado en una expansión urbana desmedida y la utilización extrema de nuestros recursos naturales, ocasionando grandes impactos residuales en el desarrollo socio económico, el ambiente, la salud y la calidad de vida en general de nuestro país. Esto ha provocado una palpable desconexión entre el ser humano y los recursos naturales, cuyo impacto social no ha sido estudiado y cuantificado adecuadamente.

Sin embargo, en décadas recientes, países desarrollados como Estados de Unidos de América, Canadá y la Unión Europea, han reevaluado la importancia socioeconómica de la agricultura urbana y los huertos comunitarios, como un valioso elemento para revitalizar sus ciudades.

Ciudades estadounidenses como Filadelfia, Nueva York, y Seattle resaltan por su liderato en este tema. En el caso de Filadelfia, en la década de los años 50, la ciudad atravesó un largo proceso de de-industrialización, de-población y de-urbanización, que dejó miles de lotes vacantes y edificios abandonados, provocando un devastador deterioro de las comunidades, escasez de empleos y miseria. En los años 70, la Asociación Hortícola de Pensilvania (PHS, por sus siglas en inglés), comenzó a promover los huertos comunitarios como una actividad de impacto social y económico importante para la revitalización de la ciudad y las comunidades marginadas. Eventualmente esta iniciativa se convirtió en lo que hoy día se conoce como el programa Filadelfia Verde, el cual llevó a la ciudad a convertirse en la primera en recibir fondos federales para este tipo de trabajo. El éxito del programa ha permitido su expansión hacia otros proyectos dirigidos a mejorar espacios públicos (parques, plazas, zonas industriales) a través del cual el Proyecto de Revitalización de Parques mantiene más de 70 parques en la ciudad.

Por otra parte, el Servicio Cooperativo de Extensión de Pensilvania y otras organizaciones, han establecido programas de capacitación y adiestramiento para jóvenes y adultos, con el fin de convertirles en jardineros expertos, ayudar a establecer y mejorar los huertos comunitarios, y proveer alimentos y trabajo a residentes de bajos ingresos. Actualmente, la ciudad de Filadelfia cuenta con alrededor de 500 huertos comunitarios, aproximadamente un huerto comunitario por cada 750 unidades de vivienda. Una de las tasas más altas de los Estados Unidos.

Por otra parte, en el 2000, la ciudad de Seattle adoptó un plan de 5 años con el objetivo de expandir su programa y aumentar el número de huertos comunitarios a uno (1) por cada 2,500 unidades de vivienda. Como parte de este plan, la Asamblea Legislativa estableció varias resoluciones, entre estas:

1) ordenó al Departamento de Vivienda el desarrollo de 4 huertos comunitarios al año con énfasis en lugares de mayor densidad poblacional; 2) ordenó la incorporación de los huertos comunitarios como una prioridad para la revitalización de lotes vacantes; 3) ordenó a la Oficina de Presupuesto el desarrollo de estrategias para la adquisición de lotes vacantes con el propósito de establecer huertos comunitarios; 4) recomendó al alcalde la contratación de un profesional por cada 10 huertos comunitarios que se establezcan para que el programa se maneje efectivamente.

El compromiso de Seattle es tal, que aunque se reconoce que el incremento en población ejercerá una presión sobre el programa, el estado ha establecido los mecanismos de política pública necesarios para proteger los huertos comunitarios existentes y el desarrollo de los proyectados. Lamentablemente, en el caso de Nueva York, la falta de una política pública clara a nivel municipal mantiene vulnerables de ser vendidos a desarrolladores de viviendas y/o comercios a los más de 738 huertos comunitarios existentes en esta ciudad. Esto a pesar que el estado cuenta con un Plan de Espacios Abiertos donde se establece como prioridad el desarrollo de huertos comunitarios para la adquisición y protección de los espacios abiertos.

En el 2004, la Asociación Americana de Huertos Comunitarios estimó en alrededor de 18,000 los huertos comunitarios a través de Estados Unidos y Canadá. Esta organización entiende que los huertos comunitarios pueden ser una herramienta poderosa para atender las necesidades particulares de poblaciones especiales, sirviendo como una efectiva actividad terapéutica que promueve estilos de vida saludables y una cultura de paz. Algunos ejemplos de esto podrían ser:
- Huertos para jóvenes empresarios- proveen oportunidades de empleo y educación para jóvenes en riesgo.
- Huertos terapéuticos- proveen efectos curativos para problemas de salud física, emocional y mental.
- Huertos en las prisiones- promueven un sentido de orgullo y esperanza entre los reclusos, así como, destrezas de trabajo y mercadeo.
- Huertos escolares- ofrecen a los niños acceso a alimentos frescos y nutritivos, así como, oportunidades de recreación y educación sobre ciencia y ambiente.
De manera general los huertos comunitarios proveen los siguientes beneficios:
- Inculcan orgullo comunitario, interacción y mejores relaciones entre los miembros de la comunidad.
- Proveen beneficios económicos, ambientales y educativos a las comunidades.
- Promueven seguridad y equidad social mediante la creación de empleos y el disfrute de los espacios abiertos.
- Proveen seguridad alimentaria, particularmente en las comunidades de bajos ingresos (Por ejemplo, anualmente la organización “P-Patch”, la cual dirige el programa de huertos comunitarios en Seattle, destina alrededor de 7 a 10 toneladas de productos frescos al banco de alimentos de la ciudad para personas de escasos recursos).
- Aumentan el valor escénico y económico de los espacios públicos y las comunidades aledañas (Por ejemplo, estudios realizados en Filadelfia indican que la revitalización de lotes vacantes mediante huertos comunitarios, ha incrementado el valor de las residencias aledañas en un 30 por ciento).

En Puerto Rico, desde sus inicios el Servicio de Extensión Agrícola ha estado educando y promoviendo el establecimiento de huertos caseros y comunitarios a través de toda la isla. Sin embargo, el éxito de estas iniciativas va más allá del buen interés de educar y promover los mismos. Dos ingredientes son imprescindibles para el establecimiento y la continuidad de estos:
1. El deseo genuino de las comunidades y los residentes de establecer y trabajar los huertos comunitarios.
2. La voluntad y el compromiso del gobierno estatal y municipal en reconocer el incalculable valor de los huertos comunitarios para la revitalización y el desarrollo socioeconómico de las ciudades densamente pobladas, ofreciendo apoyo mediante buenas estrategias de política pública y financiamiento económico que busquen promover, proteger y mantener estos espacios.

El SEA mantiene su compromiso educativo y cuenta con excelentes profesionales que le pueden ayudar. Si usted desea información adicional e interesa desarrollar algún proyecto en este tema, puede comunicarse con la oficina de su municipio.



Agrotemas Edición Abril 2007

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