En el café no hay una verdad absoluta
por Perla Sofía Curbelo Santiago
De Agrotemas de Puerto Rico
La industria del café puertorriqueño necesita ‘empuje’, adiestramiento, identidad y unión, para distinguirse internacionalmente, recomendaron dos conocedores del café.
Joseph Rivera y Nicolás Rodríguez, de la empresa Coffee Intelligence, Inc., estuvieron recientemente en la isla para ofrecer un seminario sobre la química y catación del café, ocasión que aprovecharon para compartir su experiencia con otros mercados, y la cual podría resultar beneficiosa para los profesionales de la industria en Puerto Rico. Ambos también forman parte del circuito profesional de la Asociación de Cafés Especiales de América (SCAA).
Sobre qué aspectos generales podrían enfocarse, Rivera señaló que “la industria necesita patrocinio para la implementación de adiestramiento adecuado y ultimadamente resaltar la imagen del café puertorriqueño”, comentó el director Ciencia y Tecnología de CoffeeChemistry.com, también de Coffee Intelligence.
A pesar de no conocer mucho sobre la trayectoria cafetalera del país, Rivera indicó que durante su breve visita a la región le pareció un paisaje ‘interesante’ y muy similar a otros países productores como Colombia y Costa Rica.
Por su parte, Nicolás Rodríguez, quien se desempeña como catador en el área de control y calidad, dijo a Agrotemas que quedó ‘sorprendido’ con la región cafetalera puertorriqueña. “Había tenido la oportunidad de catar algunos cafés muy buenos, pero nunca imaginé que tenían una zona cafetalera tan rica en montañas, suelos y variedades”, indicó el ingeniero agroindustrial.
Rodríguez, quien es colombiano, comparó la región del café de Puerto Rico con algunas zonas cafetaleras en Colombia como Caldas en la zona central, por su estructura física y fincas grandes.
Asimismo, el catador notó el abundante problema de la broca, la plaga que ha venido afectando al sector desde hace casi dos años. “La broca es de cuidado. En este asunto el caficultor y dueño de la finca tienen que poner de su parte para combatirla pues se propaga muy rápido”, recomendó.
Precisamente, el también agrónomo destacó el rol de la investigación para encontrar solución a los problemas del campo como la broca, pero también para el desarrollo de nuevas técnicas para aplicar en la industria. Según Rodríguez, la investigación es un asunto importante para el mejoramiento productivo del café e instó a la realización de intercambios universitarios con países como Brasil y Colombia, que tienen muchos años de experiencia lidiando con problemas que son aún novedosos para Puerto Rico.
El agrónomo también recomendó la evaluación periódica de los cafetales para determinar su productividad y contemplar nuevas siembras. Éste explicó que el ciclo productivo de un cafeto es de cinco a seis años. Luego de eso el cafeto comienza una etapa de decrecimiento, por lo que no se puede esperar una alta productividad en cafetales con más de 10 ó 15 años.
La química del café
De acuerdo con Joseph Rivera, quien es químico e investigador, se está todavía en las primeras etapas cuando se trata de entender la química del café. “A diferencia de otros productos como el vino o el chocolate, que tienen entre 100 y 300 componentes químicos, el café tiene sobre 1,000”, señaló Rivera. “Tal vez uno de los descubrimientos más importantes en los pasados 20 años ha sido que el café tiene beneficios reales para la salud”. Además, “sus capacidades antioxidantes sobrepasan otros productos agrícolas, y hay equipos científicos dedicados exclusivamente a estudiar estos beneficios”, añadió.
De acuerdo con Rivera, estos son adelantos significativos sobre todo cuando hace varios siglos el café era visto como “la bebida del diablo”, y hoy día es una de las más consumidas por el público general.
Seminarios para los cafeteros
Precisamente, con el objetivo se seguir profesionalizando la industria cafetalera del país, la gerencia del periódico Agrotemas de Puerto Rico organizó este primer curso sobre catación, realizado el pasado sábado, 8 de agosto en la sede del Colegio de Agrónomos de Puerto Rico en San Juan.
Sobre 30 personas participaron del intenso seminario de todo un día, que consistió en la discusión teórica de los conceptos básicos de la catación, pero también en la iniciación y preactica de las técnicas.
Investigadores, profesores, agricultores, torrefactores, gerenciales y aficionados del café se dieron cita al evento. “Es un reto grande cuando tienes un grupo bien diverso con tantos intereses”, comentó el catador Nicolás Rodríguez. “Cada quien tiene un objetivo, pero yo siempre trato de conocer a las personas; tocar diversos temas o tal vez un solo temas desde diferentes puntos de vista y poner en contexto a todos los participantes”, abundó sobre los retos que enfrentan los instructores cuando se presentan ante cada grupo de profesionales.
“Me gusta llegar varios días antes y conocer el entorno, las personas y cómo cada cual tiene una forma de ver las cosas”, destacó Rodríguez. “A medida que voy arrancando me gusta saber quiénes son y ayudar a contextualizar, porque en el café no hay una verdad absoluta”, añadió.
De acuerdo con Rivera, “Algunas personas quieren aprender sobre el arte y la cultura de la bebida del café”, comentó por su parte Joseph Rivera. Sin embargo, “otros quieren aprender sobre la ciencia, mientras que otros simplemente interesan el aspecto monetario del negocio. Por ello, trato de ser bien claro al comienzo de cada seminario detallando qué aprenderemos y qué no durante los talleres”, añadió. “A veces las expectativas de cada instructor se cumplen, pero la profundidad en los temas depende realmente de la perspectiva del grupo. En esencia, necesito ajustarme a sus expectativas y su nivel de conocimiento. Aún cuando me considero un experto en café, soy primero un científico, por lo que tiendo a enseñar y acercarme a los temas con una perspectiva más académica que artística”.
Rivera indicó que mientras todos sean comprensivos siempre pueden llevarse información beneficiosa a sus centros de trabajo.
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