sábado, 21 de febrero de 2009

Robo a los agricultores

El robo y vandalismo en fincas agrícolas
por Agro. Carlos A. Flores Ortega*
Especial para AgrotemasOnline.com

Nota de la editora: Si usted ha sido víctima de vandalismos y robos en su finca agrícola comparta su experiencia con nosotros y cómo han actuado las autoridades del país para ayudarle. También puede escribirnos a: agrotemas@gmail.com





Vídeo Reportaje: El robo a los agricultores en España

Como si no fuera suficiente con los problemas de altos costos de producción, falta de mano de obra, competencia desleal y desarticulación en el mercado de productos agrícolas; ahora los agricultores añaden a su lista de problemas una ola de robos y vandalismo en casi todas las operaciones agrícolas del país.

Aunque este asunto no es uno nuevo, sí se ha agravado en los últimos años, posiblemente debido a los problemas económicos que atraviesa nuestra población. El robo y vandalismo en las fincas se ha tornado en un asunto de gran preocupación debido a que no hay forma de documentar su incidencia en los registros de la policía y más bien se enmascara su magnitud al reportarse a diario como un delito de apropiación ilegal Tipo 1. La preocupación estriba en que los agricultores pierden por partida doble lo que con tanto esfuerzo y honradamente se ganan, ya que las pérdidas por el robo y daños asociados al robo reducen sus ingresos y por otro lado se ven obligados a incurrir en la contratación de personal de seguridad, protección de los terrenos y propiedad con cercas más caras y sistemas de seguridad electrónicos, que también aumentan los costos de la operación agrícola.

Lo insólito del caso es la manera en que la justicia de Puerto Rico despacha este asunto cuando los pocos casos que llegan a los tribunales están sujetos a la discreción del Juez en sala y no existen normas uniformes y justas que penalicen al que le roba al agricultor en su finca. Son muchos los casos de agricultores que han desistido de denunciar los robos y como si fuera una señal de rendición ante este ataque, han optado por vivir resignados a que en algún momento serán objeto de un nuevo robo en la finca.

El Código Penal de Puerto Rico establece como regla que será culpable de delito menos grave y sancionada de multa por $100 o el doble del precio de venta del bien hurtado, la cantidad que resulte mayor, y con pena de restitución, toda persona con intención de apropiarse ilegalmente de mercancía en un establecimiento comercial sin pagar el precio estipulado por el comerciante.



Vídeo Reportaje: Más robos a agricultores en España

Nuestro ordenamiento Jurídico parece tipifica el robo y vandalismo en un comercio de forma distinta a una finca y sólo considera el daño de acuerdo al valor de la propiedad hurtada. Sin embargo no considera la entrada a la heredad ajena, los daños de roturas a infraestructura agrícola o el hurto en su modalidad agravada. La ley no tiene las penalidades suficientes para que sirvan de disuasivo y más bien permite una conducta criminal por ésta ser efectuada en una finca.

Si comparamos en términos de importancia, para el dueño de un comercio de zapatos, el robo de un par de zapatos es un delito que podría conllevar hasta cárcel y multas fuertes sin embargo el que se roba un racimo de plátano no comete un delito mayor. Para el dueño de la finca, el racimo de plátanos es tan importante como el par de zapatos de la tienda porque ambos constituyen el artículo que genera ganancias al dueño sin importar el precio del mismo.

El Artículo 165 del Código Penal contiene las disposiciones que penalizan la ratería y robo de mercancía en comercios y el Artículo 166, de apropiación ilegal agravada contiene las condiciones para aplicar a individuos que se apropien de bienes cuyo valor fuere de $200 o más con pena de reclusión fija de 10 años.

Un hecho que no escapa a la atención de los agricultores es que aunque la legislatura en varias ocasiones anteriores y actualmente ha sometido proyectos de ley para atacar esta situación, el Colegio de Abogados consistentemente se ha opuesto a esta iniciativa. La Policía de Puerto Rico dice que tiene las manos atadas al no existir reglas claras para la detención de vándalos en las fincas y el Departamento de Justicia permite una amplia discreción a los jueces y no ha establecido normas uniformes, quizás por la falta de enmiendas a la Ley.

Mientras tanto, nuestros agricultores seguirán contra viento y marea, trabajando pa’l pillo, que al parecer ya hasta duerme debajo de los árboles acechando y robando lo ajeno.

*El autor es Catedrático del Recinto Universitario de Mayagüez y trabaja en la Estación Experimental Agrícola de Adjuntas y ha sido Subsecretario del Departamento de Agricultura y Director Ejecutivo de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes. Actualmente dirige la Comisión de Agricultura del Senado de Puerto Rico.

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